In memoriam Pedro Morales Cuenca.


En la localidad conquense de Torrejoncillo del Rey, fue descubierta en el año 1955, por D. Pedro Morales, una cavidad revelada en sueños, como un lugar donde encontraría un singular tesoro escondido en un palacio de cristal.

Tres meses de intensos trabajos dieron como resultado el hallazgo de una cavidad subterránea que resultó ser una mina romana de lapis specularis, de la que no quedaba ni el recuerdo.

En la actualidad, gracias a la intervención de la asociación arqueológica: Cien mil pasos alrededor de Segóbriga y la diputación provincial de Cuenca, se ha convertido en lugar de obligada visita tanto por su interés histórico como cultural.

Si deseas saber más sobre esta historia, accede mediante este link

https://moraencantada.blogspot.com/2011/04/historia-de-un-sueno.html


sábado, 26 de marzo de 2022

LAS DOS AGRIPINAS

 

¿Quiénes fueron Agripina la vieja y Agripina la joven?

Entre las mujeres con mayor influencia en el Imperio romano, están las llamadas Agripinas, sobre todo Agripina la joven. Toma nota




Julia Agripina nació el 6 de noviembre del año 15 d.C. y murió el 23 de marzo del 59 d.C. Fue conocida como Agripina la Joven y llegó a ser emperatriz romana. Su padre fue Germánico y su madre era llamada Agripina la Vieja, nieta del emperador Augusto. Julia, era hermana menor de Calígula, sobrina y más tarde cuarta esposa del emperador Claudio, y fue la madre del emperador Nerón. A continuación, te contamos algunos datos más sobre este personaje histórico del imperio romano.

                 Agripina la joven,                  la primera emperatriz de Roma



Agripina la Joven era ambiciosa, sumamente despiadada y muy inteligente. Pocas mujeres podían presumir de una familia como la suya. Era bisnieta de Octavio (Augusto), el primer emperador romano, pero además era sobrina nieta del emperador Tiberio, hermana del emperador Calígula, esposa del emperador Claudio y madre del emperador Nerón.

Al igual que sus parientes masculinos, Agripina la Joven disfrutaba de un inmenso poder. Sin embargo, era una mujer en una sociedad gobernada por hombres, y sus esfuerzos debieron duplicarse para alcanzar el poder de los otros emperadores. Tuvo que conspirar y seguramente, recurrir al asesinato, aunque no existen evidencias que puedan confirmar las especulaciones de los historiadores.

Agripina la Joven fue la primera mujer en trascender el papel de esposa del emperador. Sus actitudes y acciones la convirtieron en una verdadera emperatriz romana.

Fue honrada con el título de Augusta en el año 50, ya que ejercía un poder político real y gobernaba al igual que su esposo, el emperador Claudio. Después de la muerte de Claudio, en la que podría haber desempeñado un papel importante según las crónicas, continuó gobernando el imperio junto a su hijo Nerón.

Las desavenencias y conflictos con él, cuando estaba en la cúspide de su poder, la condujeron a la muerte.

Agripina la mayor



Siguiendo la costumbre romana de padres e hijos que compartían el mismo nombre, las mujeres de la misma familia a menudo compartían los suyos.

Marco Vipsanio Agripa tenía muchos parientes que compartían el nombre de Vipsania Agripina, y para distinguir a la hija de la nieta, los historiadores se refieren a su hija como Agripina la Vieja.

Tuvo cinco hermanas, Vipsania Agrippina, Vipsania Attica, Vipsania Marcella, Vipsania Marcellina y tres hermanos, Cayo, Lucio y Póstumo Agripa.

De igual forma, la hija de Agripina se conoce como Agripina la Joven. Agripina la Vieja siempre evitó su nombre verdadero y nunca fue llamada por su verdadero nombre, Vipsania.


Fuente: https://okdiario.com/


jueves, 24 de marzo de 2022

MINA DE LA CONDENADA

 

Los murciélagos permiten que se vuelva a abrir una espectacular mina romana de Cuenca


Mina 'La Condenada'.

Mina 'La Condenada'.


'La Condenada' de Osa de la Vega recibirá visitantes desde este sábado con un Centro de Estudios e Interpretación renovados. 


Este sábado 26 de marzo la mina romana de lapis specularis ‘La Condenada’, situada en la localidad conquense de Osa de la Vega, volverá a abrir al público tras unos meses cerrada. El motivo ha sido respetar el periodo de hibernación de los murciélagos que se refugian en la cavidad y que son especie protegida por la normativa española y europea.

Esta reapertura se produce con la novedad de la reciente renovación del espacio expositivo y didáctico del ‘Centro de Estudios e Interpretación de la Minería Romana del Lapis Specularis’ que cuenta con paneles informativos, proyecciones audiovisuales y algunos de los materiales y objetos más representativos para acercar al visitante a lo que era el trabajo del minero romano.

Imagen del Centro de Estudios e Interpretación.

Imagen del Centro de Estudios e Interpretación.

Según explica en una nota de prensa su gestor y guía turístico Miguel Ángel Rada, este edificio situado dentro de la población de Osa de la Vega es también el punto de encuentro y recepción de los turistas antes de realizar el recorrido exterior por el complejo minero ubicado en el cerro de 'Las Obradás' y de adentrarse en el interior de 'La Condenada'.

"Cumpliendo con todas las medidas de seguridad establecidas por las autoridades sanitarias en la actualidad," Rada espera una "gran afluencia de visitantes", ya que "durante estos meses no han dejado de interesarse por este recurso patrimonial y ya tiene reservas incluso para el próximo verano". 

A menos de 20 minutos del Parque Arqueológico de Segóbriga. ‘La Condenada’ es la tercera mina conquense de lapis specularis adecuada turísticamente y forma parte de uno de los conjuntos mineros más extensos e interesantes de Castilla-La Mancha, del que se extraía un yeso especular o espejuelo que por su tamaño y transparencia los romanos empleaban a modo de vidrio, explotándolo y distribuyéndolo desde esta zona a todo el Imperio. Esta cavidad se conserva prácticamente inalterada desde su explotación en el siglo I d.C. por lo que quienes se adentran en ella pueden realizar un viaje en el tiempo y retroceder 2.000 años explorando una trama laberíntica de casi un kilómetro de recorrido subterráneo en tres niveles accesibles entre sí, aunque la visita no reviste dificultad ni se requiere una forma física especial.

Los horarios de visita son los sábados de 11h a 13h y de 17h a 20h, los domingos de 11h a 13h y de lunes a viernes para colectivos y grupos organizados. La ruta guiada tiene una duración aproximada de dos horas e incluye seguro e indumentaria de casco, mono y frontal de luz.

Además, se trata de un lugar dog friendly en el que las mascotas son bienvenidas, ya que su gestor destina un 5% del precio de la entrada a contribuir con el proyecto 'ArqueoMiau' a favor de los animales abandonados, cantidad que aumenta al 10% para quienes vayan con su mascota, a la que cuidarán y atenderán en un chenil individual mientras el dueño realiza su visita con tranquilidad.


Fuente:  

https://www.elespanol.com/e

martes, 22 de marzo de 2022

ETERNA ROMA

 

¿Cómo es posible que sigan en pie las moles arquitectónicas de la Antigua Roma?

Viajamos al Panteón de Agripa para tratar de descubrir la receta con la que este templo ha resistido incólume a tantos siglos de historia





"Marco Agripa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, lo hizo". Cualquiera que haya visitado Roma, y más concretamente el imponente Panteón de Agripa, se habrá quedado ensimismado en la plaza donde dicha edificación se encuentra. Sin duda alguna, este templo romano construido entre los años 118 y 125 d. C. transmite a la perfección al ingenuo visitante todo el peso (y paso) de la historia. Su inscripción de la parte frontal es el testamento de una obra arquitectónica que pretendía reunir en su interior a todas las deidades ('Pantheon', en lengua latina significa "templo de todos los dioses") que en su día habitaban el mundo antiguo. Un objeto fuera de tiempo, un legado de piedra y roca que ha sobrevivido hasta nuestro siglo, llenando sus calles adyacentes de turistas armados de tecnología punta, fotografiando sin cesar esta colosal construcción como si fuera parte de un sueño o de una película, un regreso visual al pasado más remoto del corazón de nuestra civilización por parte de aquellos que fueron la mayor influencia a la hora de desarrollar planes de urbanismo, dirigir campañas militares o sentar las bases del derecho.

 

Y, sin embargo, ahí está: de pie, imperturbable al paso de los siglos y de los imperios, intacto a la destrucción de las guerras y los desastres naturales. No obstante, no tuvo la misma suerte a los pocos años de ser erigido, pues el que vemos nosotros hoy es el resultado de una obra en ruinas, de un templo anterior que mandó construir Marco Agripa dos siglos antes y que fue destruido por un incendio en el año 80 y posteriormente por un rayo en el 110. Por esto mismo podemos entender la historia a veces como si fuera caprichosa, pero en el caso del Panteón es como si sus robustos cimientos de hormigón parecieran protegerlo de las inclemencias bélicas o naturales que han ido aconteciendo desde su fundación.

¿A qué se debe esto? Todavía, a pesar de las grandes innovaciones de ingeniería, los científicos siguen sorprendidos de cómo los romanos en aquella época pudieran dar a luz a semejantes construcciones como el Panteón. La mayoría concluyen que el secreto está en la receta de cemento que usaron que, a pesar de no haberlo inventado, resultó extremadamente duradero y estable como para seguir siendo usado a día de hoy, tantos siglos después. A partir de una mezcla de piedras calizas horneadas y trituradas con rocas volcánicas de distintos tipos, los ingenieros romanos inventaron un hormigón superresistente de una dureza de la que pueden llegar a adolecer los cementos modernos.

Un hormigón único

Según explica Marie Jackson, geóloga de la Universidad de Utah, en un reciente artículo de la 'BBC' sobre el tema, el secreto está en las piedras volcánicas usadas, las cuales se mantienen activas químicamente a lo largo de los siglos, reforzando las pequeñas grietas que puedan formarse en su superficie y evitando que se produzca un efecto dominó con ellas por toda la estructura. "Los cementos de hoy en día no están pensados para que puedan cambiar químicamente, y si lo hacen tendrían un efecto negativo", asegura. "Los romanos querían que su hormigón fuera reactivo y eligieron un agregado volcánico que regenerara el material con el paso de los años".

Jackson es una de las mayores especialistas en el cemento romano del mundo. En 2014 ella y su equipo revelaron en un estudio la presencia de ettringita, un mineral muy especial localizado en las piedras volcánicas que, al añadirlo a las rocas calizas, recubre las "zonas interfaciales" de la capa de hormigón, es decir, aquellas más propensas a agrietarse o a sufrir deterioros en la superficie. Sin embargo, volvieron a hacer una revisión de sus hallazgos y descubrieron que no solo el material se mantenía duro y firme gracias a este mineral, sino también a otro rico en potasio que afloraba en distintas partes de Roma y que también tiene origen volcánico: la leucita.

 

En otro estudio de 2021 resolvieron que la leucita se había disuelto con el paso de los siglos, liberando el potasio por toda la estructura de hormigón, lo que en un primer momento se pensó que debería ser la causa de grietas como sucede con el cemento moderno. Pero este potasio disuelto, al contrario de lo que sucedería con el cemento de hoy en día, acabó funcionando como un "pegamento químico" que endurece la base del hormigón, haciéndola más resistente a los fenómenos naturales y al clima.

El misterio de la cúpula

Nueve metros de diámetro por los que poder ver los siete cuerpos celestes más cercanos a la Tierra según la estación del año: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, el Sol y la Luna. El óculo que preside la cúpula del Panteón filtra la luz hacia el interior y sirve de punto de unión de esta semiesfera de 5.000 toneladas sobre la que se han escrito ríos de tinta para intentar explicar esa geometría perfecta que la mantiene en pie sin necesidad de ningún elemento de sujeción adicional. En su interior, cinco hileras concéntricas de 28 cuadrículas cada una, un número que los romanos veneraban por su perfección, ya que se obtenía a partir de la suma de sus divisores naturales a excepción de él mismo (1+2+4+7+14).


Una de las explicaciones para argumentar cómo es posible que semejante peso pueda seguir siendo sostenido por la base está en las propias cuadrículas. Al ser huecas y perfectamente simétricas, redujeron la tensión de tracción, es decir, la fuerza que se opone al estirar un cuerpo, haciéndola mucho más ligera. En el documental 'Roma: Construir lo imposible' corroboran esta teoría, además de volver a incidir en las mezclas que obtenían con el hormigón, en este caso añadiendo cenizas de puzolánica, las cuales generaban resistencia de tracción. Y, por otro lado, la composición de dicho material no es la misma en sus niveles inferiores que en los superiores: los romanos aligeraron la mezcla con piedra pómez en vez de usar travertino en la parte más alta, para que así pudiera sostenerse.


viernes, 11 de marzo de 2022

TSUNAMI EN BAELO CLAUDIA

 

Identificado un tsunami que destruyó la ciudad romana de Baelo Claudia (Cádiz)

Con olas de más de cinco metros, el suceso tuvo lugar a finales del siglo IV d.C., según se ha podido determinar en base a la distancia a la que llegaron los sedimentos marinos





La ciudad romana de Baelo Claudia, en la costa de Tarifa (Cádiz), fue el puerto más importante de conexión entre Europa y África y sede de una boyante industria pesquera imperial. Pero un trágico evento ocurrido a finales del siglo IV d.C. estremeció la vida del asentamiento. Un tsunami con olas de más de cinco metros de altura devastó una parte importante del enclave que, a partir de entonces, no pudo recuperar su antiguo esplendor.

Un amplio equipo de investigadores de diversas universidades e instituciones, liderados por Pablo Silva, catedrático de Geología de la Universidad de Salamanca, ha estudiado desde 2005 indicios en las ruinas que parecían indicar que en este enclave construido en el siglo I a.C. presenció un fenómeno sismológico importante, que contribuyó a su definitivo ocaso. "Vimos que había cosas raras que no se podían explicar por una causa normal

Entre otras señales, unos suelos arcillosos de color oscuro y sedimentos marinos que la gran ola dejó en cotas altas han permitido, con las nuevas tecnologías de la arqueosismología, confirmar que la ciudad romana sufrió un importante tsunami que destruyó y anegó sus zonas más cercanas al mar.





La dimensión de la gran ola ha podido ser intuida por la distancia a la que llegaron los sedimentos marinos que dejó tierra adentro y su fecha, precisada, entre los años 365 y 395, porque fueron los años en los que se usó una moneda con fecha de acuñación que fue hallada en la excavación arqueológica de un mausoleo también destruido por el tsunami.

Esta ola gigantesca se produjo tres siglos después de que la ciudad sufriera, entre los años 40 y 60 d.C. -doscientos años después de su fundación- un terremoto que la afectó gravemente, en una época en la que la villa romana experimentaba una gran prosperidad, gracias a sus preciadas factorías de salazones y salsa garum y al comercio que le permitía su geoestratégica situación.

Bajo la arena

En esa etapa de esplendor, la destrucción causada por el terremoto fue tomada como una oportunidad para reconstruirla bajo los cánones monumentales de una ciudad romana, así que fue el momento en el que se construyeron el teatro, el foro, templos, murallas, termas, acueductos y una gran avenida, entre otros edificios.

Cuando tuvo lugar el segundo terremoto del tsunami, la villa vivía ya en el último periodo de decadencia del Imperio romano, un momento en el que "no habría mucho dinero para reconstruir", según relata el investigador. "Nadie se preocupó en reedificar aquello, la destrucción debió de ser muy grande". Baelo Claudia pasó entonces a ser ocupado por un pequeño pueblo cuyas casas se instalaron sin orden encima de las ruinas de las cotas más altas, que no fueron tan dañadas.



"La vida continua allí a otro nivel. El abandono definitivo se debe sin duda a la invasión bereber del norte de África, en el 711", explica Iván García Jiménez, arqueólogo del Área de Investigación y Conservación del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

Los restos de la ciudad romana lograron conservarse porque fueron cubiertos por las dunas de arena, de la misma forma que han estado hasta el año pasado, cuando fueron descubiertos, otros importantes restos de época romana en la cercana costa de Caños de Meca, entre ellos unas termas en un excepcional estado.

Desde 1907 las excavaciones y hallazgos en Baelo Claudia continúan ayudados por nuevas tecnologías como la arqueosismología, con lo que siguen saliendo a la luz los avatares que ha sufrido a lo largo de la historia, incluso que sus ruinas fueron afectadas por el terremoto de Lisboa de 1755.

Aquel terremoto se originó en otra factura tectónica, distinta a la que se intuye que originó la que causó el tsunami que asoló Baelo Claudia en el siglo IV d.C. "No la tenemos identificada claramente, sabemos que ocurrió en el mar hacia el suroeste del emplazamiento de la ciudad. En 2009 un buque alemán que realizó una campaña de geofísica marina en la zona e identificó unas fallas", concluye Pablo Silva.

Fuente: https://www.elespanol.com/


lunes, 7 de marzo de 2022

LAS MUJERES DE DIONISIO

 

De Ariadna a Hispala: mujeres dionisiacas en la antigua Roma

Revive el interés por las historias construidas entorno a las mujeres desde la perspectiva de género referida a la antigüedad






La historia subterránea de la antigüedad nos desvela una feminidad oculta y a veces invisible, pero que sale a la luz en ciertas ocasiones religiosas, sociales y mistéricas muy relacionadas con algunos cultos que todavía siguen siendo enormemente evocadores. Una historia de las mujeres o una historia desde la perspectiva de género referida a la antigüedad está siendo ensayada últimamente con gran fortuna, como es sabido, desde diversos ámbitos académicos y literarios. Pero también llama la atención su presencia en la divulgación y en la ficción, en novelas, series y documentales. Un ejemplo para el gran público en la televisión es la serie de Movistar llamada “El Corazón del Imperio”. Aparte del elenco de excelentes actores, encabezados por Aitana Sánchez-Gijón, como serie documental que recrea la época y la comenta, está presentada por un magnífico plantel de narradores, expertos y divulgadores que nos acercan a la mujer romana en su contexto social y político y en su incidencia cultural y religiosa.

De la mano del novelista Santiago Posteguillo como maestro de ceremonias, introducen comentarios y explicaciones acerca del papel de la mujer en la antigüedad expertas historiadoras y divulgadoras a la vez con perspectiva femenina: por ejemplo, María Engracia Muñoz Santos, arqueóloga y bloguera de gran éxito y fina intuición, o Patricia Gutiérrez, historiadora de la antigua Roma desde el acento feminista, como muestra en su reciente y estupendo libro “Soror” (Desperta Ferro). Es un mundo que nos es a la vez propio y extraño –Roma era dura, violenta, implacable social y políticamente–, un escenario que nos atrae y nos fascina pero que a la vez nos resulta chocante por alguna de sus manifestaciones culturales. Una de las más llamativas es, sin duda, el culto de los misterios y, en concreto, los de Dioniso, con sus ritos orgiásticos y bacanales, que se extendieron desde la antigua Grecia hasta la época más tardía del Imperio Romano con sorprendente persistencia en todos los estratos sociales y culturales.

El triunfo de Baco (Velázquez)


Para muchos eruditos positivistas Dioniso-Baco parecía un dios en cierto modo opuesto al ideal del clasicismo grecorromano, tachado de oriental y extático, siempre rodeado de mujeres: el inventor del concepto de matriarcado, Bachofen, lo definió una vez como “el dios de las mujeres”. Se decía que venía del Oriente en procesión triunfal, secundado por las ménades y las bacantes. Esto todo parecía un mito, pero a mediados del siglo XX varias investigaciones basadas en la epigrafía mostraron la realidad, la permanencia y persistencia de las cofradías formadas por mujeres en honor al dios. Esta es una larga historia y muy interesante que he abordado en un libro reciente, “El despertar del alma. Dioniso y Ariadna. Mito y misterio” (Ariel), acaso la versión femenina del dios mucho más que su cónyuge, según se puede argumentar. Pero me interesa especialmente subrayar la entrada en tromba del culto dionisíaco en una sociedad que iba a devenir pronto cosmopolita y globalizada “avant la lettre”, como es la romana.

El dionisismo al principio se topó con ciertos problemas sociales y de orden público que fueron solventados por el Senado con un controvertido decreto del 186 a. C. para regular las bacanales, que se habían convertido en un problema social y jurídico, no solo moral o religioso, a la hora de integrar el culto irracional y liberador del dios del éxtasis, el vino y la embriaguez en la sociedad romana. Y sobre el papel de las mujeres, tan destacado en este culto emancipador que las permitía salir del hogar y campar por los montes en ritos misteriosos, giraba gran parte de la discusión, evidentemente. Precisamente acaba de publicarse una estupenda novela que evoca, en buena sintonía entre las fuentes históricas y las licencias literarias el papel de las mujeres en este culto dionisíaco en Roma a raíz de este célebre episodio.




Iniciaciones femeninas en los cultos dionisiacos

La novela “Bacanalia” (Espasa), escrita por un conocido historiador de la antigüedad, Pedro Fernández Vega, pone así el énfasis en el protagonismo femenino del culto de Dioniso, Liber Pater, en Roma. En la novela, con toda fuerza evocadora pero también con la crudeza propia del dionisismo, se sigue de cerca el papel de la mujer en la antigüedad romana, rastreando la vida de una esclava y de las iniciaciones femeninas en los cultos dionisíacos en una época tan fascinante como la de la República romana. Si se sigue el rastro de las vidas de las mujeres, ficticias o históricas, se puede aprender mucho sobre historia social y cultural en la antigüedad. En ese sentido, el conflicto de las bacanales es especialmente interesante, y así se trata en la novela, que nos permite ver un cuadro social de la Roma republicana con especial atención a las manifestaciones públicas de la religión mistérica de Dioniso. Era además este el culto, sin duda, el más abierto a las mujeres y a diversas clases sociales: esto ocurría con los misterios en general, por lo que se puede indagar también en la esclavitud. Cualquiera, libre o esclavo, por ejemplo, podría iniciarse en los misterios de Eleusis.

Me interesa constatar cómo, en la ficción en torno a este episodio, destaca el papel que tienen las mujeres romanas para articular la sociedad y cómo la novela cuenta diversas etapas vitales, desde la infancia a la maternidad, y perspectivas de la esclavitud a la manumisión, de la clase alta a la popular. Este es, por otro lado, un tema y un momento histórico que el autor conoce bien, pues le dedicó un ensayo histórico que pude comentar en estas páginas hace unos años, y en el que analizaba con detalle las fuentes históricas y jurídicas, en concreto el famoso Senadoconsulto “De Bacchanalibus”, que reguló las bacanales y logró poner fin a la suspicacias de parte de la élite senatorial acerca de este nuevo culto llegado de Oriente. En efecto, en aquel libro, titulado «Bacanales: el mito, el sexo y la caza de brujas» (Siglo XXI), Fernández Vega analizaba con detalle el escándalo de las bacanales y constataba que la regulación legal del 186 a.C., combinada con el relato de Tito Livio y de las noticias antiguas de otras fuentes literarias y de otra índole, permitía ver cómo había pasado el episodio en época de Augusto a un ejemplo moralizante que defendía el “mos maiorum” y la tradición senatorial.

Bacanal de los Andrios


Pero, volviendo a la novela, la trama está bien construida y mantiene en todo momento el interés: además se encuentra bien fundamentada entre escenarios urbanos, como los mercados de esclavos o los lupanares. Creo que el lector disfrutará de este libro siguiendo el rastro de la esclava Hispala y de sus otros personajes por la sociedad romana de la época. Roma sería en lo sucesivo bastante tolerante con respecto a los cultos extranjeros hasta llegar, por supuesto, y por necesidades de orden público y sociopolítico, a las famosas persecuciones de los cristianos, que a la postre habían habrían de cambiar el mundo romano para siempre y que trastocaron totalmente la cosmovisión de la antigüedad. En todo caso, les recomiendo acercarse a la historia de las mujeres en Roma a la vez desde la novela y desde el ensayo histórico –erudito o divulgador–, pues se está desvelando así la otra cara de la historia: desde estos libros al mencionado “Soror”, de la novela “Lavinia” de Ursula K. Leguin a los brillantes ensayos de Mary Beard, es fundamental reparar en cómo se forjó la sociedad que engendró el poderío universal de Roma, entre hombres y mujeres, como el trasfondo mítico de los orígenes de ese mundo fascinante, entre Marte y Venus, los ancestros de Rómulo y Eneas.




Fuente: https://www.larazon.es/cultura






jueves, 3 de marzo de 2022

ACTA DIURNA- EL PERIÓDICO DE LA ANTIGUA ROMA

 

Acta Diurna, el ‘periódico’ creado por Julio César en el año 59 a.C.



Según cuenta Cicerón, desde los comienzos de la historia romana el Pontifex Maximus recopilaba en una tabla blanca los acontecimientos más importantes que habían ocurrido en Roma durante el año, así como lo nombres de los cónsules y de otros magistrados de la República, y la colocaba en un lugar público donde todo el mundo pudiera leerla.

A estos registros se los denominaba Annales Maximi y se compilaban anualmente hasta que, por razones que Cicerón no explica, dejó de hacerse en el año 131 a.C. A partir de ese año los anales comenzaron a ser recopilados por escritores como Catón, pero de manera privada.

Los ciudadanos de Roma no tenían en su vida cotidiana ninguna fuente de información oficial que les proporcionase un conocimiento de lo que estaba sucediendo en la ciudad, más allá del popular chismorreo y el boca a boca. Por eso Julio César decidió en el año 59 a.C. que era necesario crear una especie de boletín diario que subsanase esta carencia.

En ese año ordenó que los funcionarios públicos publicaran unas actas diarias, en el mismo tipo de tabla blanca (llamada album) que se usaba antiguamente para los anales, y disponiéndolas en tablones de anuncios o lugares públicos, como el Foro de Roma, para que todo el mundo pudiera leerlas.

Se denominaron Acta diurna (literalmente acontecimientos diarios) y por sus propias características muchos historiadores consideran que fueron un claro antecesor de los periódicos modernos. Según Luis Alberto Hernando se trata del primer ejemplo seguro de periodismo en la historia de la humanidad, aunque, como es lógico, no reúna todas las características que se exigen actualmente, pero sí muchas más de las que se pudiera pensar.

No solo incluían los asuntos tratados en el Senado, las leyes y disposiciones oficiales y públicas de los magistrados, sino que se complementaban con cotilleos sociales, sucesos excepcionales, curiosos o interesantes, informaciones sobre delitos y crímenes, construcción de nuevos edificios, y avisos varios de carácter social (nacimientos, matrimonios, divorcios, fallecimientos), militar o municipal (anuncios de juegos públicos, festividades, suministro de grano, etc.).

Probablemente no se publicaban a diario, pero sí con cierta regularidad. Después de permanecer unos días expuestas al público, se retiraban y se guardaban junto a otros documentos públicos. Escribas públicos y privados hacían copias de las actas, añadiendo otras informaciones de actualidad a las noticias oficiales, y las enviaban a los gobernadores y a las provincias para se distribuidas igualmente.

Tras la muerte de César, el emperador Augusto continuó con su publicación, reconociendo la utilidad de las actas como propaganda gubernamental, aunque excluyendo de ellas las actas de las sesiones del Senado. Algunos estudiosos opinan que incluso debieron contener representaciones gráficas en las que se mostraban las batallas y victorias del imperio, de manera similar a las representaciones en los arcos de triunfo.

Sabemos que tipo de contenido incluían y tenemos una cierta idea de como eran gracias a las menciones de algunos autores latinos. Petronio, en su obra Satiricón ofrece una parodia de las Acta diurna, en la que se enumeran una serie de hechos irrisorios:

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26 de julio: en la finca de Cumas, que pertenece a Trimalchion, nacieron treinta niños y cuarenta niñas; se recogieron quinientas mil fanegas de trigo de la era; se unieron por primera vez quinientos bueyes. El mismo día: el esclavo Mitrídates fue puesto en la cruz por haber blasfemado contra el genio de nuestro maestro Cayo. El mismo día: diez millones de sestercios se volvieron a meter en el arcón porque no fue posible colocarlos. El mismo día: se produjo un incendio en los jardines de Pompeya; había comenzado en la casa del mayordomo Nasta. … Se leyeron los edictos emitidos por los ediles y los testamentos de los guardias forestales, en los que un codicilo desheredaba a Trimalchion. A continuación, la lista de los nombres de los intendentes, el repudio de un inspector de hacienda a una liberada a la que había sorprendido en la habitación de un bañista, luego la relegación a Bayas de un mayordomo, después la acusación de un ecónomo y una sentencia dictada entre ayudas de cámara

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Plinio el Viejo cuenta varias historias que leyó en las Acta diurna, una sobre la fidelidad de un perro con su amo, otra sobre el conflicto entre dos familias durante un funeral, y una tercera sobre un juicio. Dión Casio recoge la historia de un arquitecto que salvó un pórtico del derrumbe, también extraída de las actas, pero solo para hacer notar que el emperador Tiberio no permitió que se publicase el nombre del salvador, pues estaba celoso del gran logro del arquitecto.

Séneca se queja de que las actas publican largas listas de divorcios, pues desde que cada gaceta tiene un caso de divorcio, ellos (los romanos) han aprendido a hacer lo que antes solo conocían de oidas.

Las Acta diurna se publicaron hasta al menos el año 235 d.C. (o posiblemente hasta el traslado de la capital imperial a Constantinopla en 330 d.C.). Lamentablemente no ha llegado hasta nuestros días ningún fragmento original, tan solo menciones a ellas en la obra de escritores como Tácito o Suetonio. Se sabe que todas las actas incluían, al final de las noticias y avisos, la frase publicare et propagare, es decir, la obligación para todos los ciudadanos y los no ciudadanos, de darles publicidad y difundirlas.

Fuente: https://www.labrujulaverde.com/

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