

In memoriam Pedro Morales Cuenca.
En la localidad conquense de Torrejoncillo del Rey, fue descubierta en el año 1955, por D. Pedro Morales, una cavidad revelada en sueños, como un lugar donde encontraría un singular tesoro escondido en un palacio de cristal.
Tres meses de intensos trabajos dieron como resultado el hallazgo de una cavidad subterránea que resultó ser una mina romana de lapis specularis, de la que no quedaba ni el recuerdo.
En la actualidad, gracias a la intervención de la asociación arqueológica: Cien mil pasos alrededor de Segóbriga y la diputación provincial de Cuenca, se ha convertido en lugar de obligada visita tanto por su interés histórico como cultural.
Si deseas saber más sobre esta historia, accede mediante este link
https://moraencantada.blogspot.com/2011/04/historia-de-un-sueno.html
sábado, 24 de diciembre de 2022
viernes, 24 de diciembre de 2021
NAVIDAD 2021
A los que seguís de cerca el blog y a los eventuales.
A los fieles lectores y los esporádicos ocasionales.
A todos y cada uno de vosotros, mis deseos de unas fiestas que no nos dejen indiferentes y nos ayuden a valorar en perspectiva todo lo bueno y malo que dejamos atrás, y visionar con ilusión renovada, lo que el futuro nos quiera deparar.
Que nunca nos falte la luz y el color, junto con la transparencia de nuestros sentimientos.
Un abrazo.
sábado, 2 de enero de 2021
jueves, 24 de diciembre de 2020
viernes, 3 de enero de 2020
NATALE HILARE ET FAUSTUM ANNUM NOVUM
Prueba de ello es lo que ha pasado con este blog, que ha sido abandonado a lo largo de todo 2019 sin una sola entrada nueva. ¿Desidia? ¿Falta de interés? ¡Para nada! Digamos que otros intereses paralelos han desviado la atención. Los proyectos reales siguen adelante con mucho esfuerzo y eso resta el tiempo necesario para los virtuales.
No obstante me gustaría comunicar que esto sigue adelante, que no se ha cerrado. Espero limpiar de telarañas y ventilar el entorno para dar lugar a nuevas entradas que den sentido a todo esto, siempre que ese tiempo tan puñetero y escopetado me de lugar a dedicar los minutos necesarios para tales menesteres.
De momento os deseo un venturoso nuevo año donde no falte la inquietud, la sorpresa y las buenas vibraciones.
Un abrazo a todos los que a pesar de... seguís abriendo las páginas de este blog.
lunes, 24 de diciembre de 2018
jueves, 25 de diciembre de 2014
FELICITACIÓN DE NAVIDAD
Nosotros esperamos estar cerca como testigos de privilegio muy cerca de este fabuloso equipo.
En la Antigüedad, en torno al solsticio de invierno, los romanos celebraban una de sus fiestas preferidas. Se trata de las Saturnales, en honor a Saturno, el dios protector de la agricultura, de los sembrados y de las cosechas. Era el señor del universo en la mítica Edad de Oro, cuando los dioses y los hombres convivían en una gozosa armonía de infinita generosidad.
Durante la República romana, y hasta la dictadura de Julio César, la fiesta de las saturnales se celebraba el 17 de diciembre. Era el día en el que los senadores y los caballeros romanos, ataviados con sus togas ceremoniales, ofrecían un gran sacrificio al dios. A continuación, según la tradición, se oficiaba un gran banquete público que se finalizaba con el grito unánime de Io Saturnalia.
Como en nuestra Navidad, los romanos visitaban en este tiempo a sus amigos y familiares e, incluso, intercambiaban regalos con ellos. Eran fiestas de una permisividad excepcional, ya que las actitudes que estaban prohibidas o que eran inusitadas durante todo el año recibían licencia en las Saturnales. En este caso, relajaban leyes como la de los juegos de azar. Los romanos, así, veían crecer o mermar su patrimonio en el juego de los dados, las tabas y la lotería.
En las saturnales, como en cualquier fiesta romana, era importante la música. Era normal, por tanto, que en las saturnales saliesen a la calle músicos y coros que deleitaban las celebraciones con sus melodías y sus cantos. Los Ioculatores y acróbatas romanos actuaban en las calles y divertían a la gente con sus Iocus, o juegos acrobáticos y musicales. Acompañaban sus voces con tocando tibias, panderos y otros instrumentos musicales. En algunas obras artísticas incluso aparece representado el bardo, una especie de pandereta similar a la que conocemos ahora.
Las saturnales,se vieron ampliadas hasta el día 23 de diciembre. Sin embargo, a partir del año 274 d.C., debido a la preocupación por el sincretismo religioso, el emperador Aureliano introdujo el culto siríaco del Sol Invicto, cuyo nacimiento se celebraba el 25 de diciembre. Ese es el día en el que el sol supera el solsticio y recobra su poderío de luz diurno. Desde aquel momento, la mayoría de las sectas reconocieron a su suprema divinidad, especialmente los numerosos seguidores del dios Mitra. La profusión de dioses, propios y ajenos, que se habían cobijado en las creencias de los romanos se acabaría reduciendo a este «Sol Señor del Imperio Romano».