In memoriam Pedro Morales Cuenca.


En la localidad conquense de Torrejoncillo del Rey, fue descubierta en el año 1955, por D. Pedro Morales, una cavidad revelada en sueños, como un lugar donde encontraría un singular tesoro escondido en un palacio de cristal.

Tres meses de intensos trabajos dieron como resultado el hallazgo de una cavidad subterránea que resultó ser una mina romana de lapis specularis, de la que no quedaba ni el recuerdo.

En la actualidad, gracias a la intervención de la asociación arqueológica: Cien mil pasos alrededor de Segóbriga y la diputación provincial de Cuenca, se ha convertido en lugar de obligada visita tanto por su interés histórico como cultural.

Si deseas saber más sobre esta historia, accede mediante este link

https://moraencantada.blogspot.com/2011/04/historia-de-un-sueno.html


lunes, 28 de junio de 2021

CÉSAR CONTRA VERCINGÉTORIX

 



Hay cosas en la vida que se aprenden y quedan grabadas de manera indeleble, y aunque pasen cincuenta años las seguimos recordando. La palabra «recordar» viene del latín “recordari» (re: «de nuevo», y cordis: «corazón»). Y quiere decir mucho más que tener algo presente en la memoria. Significa «volver a pasar por el corazón”. En mi caso, los recuerdos me llevaron a mis estudios de bachillerato, en cuyo plan docente había dos años de latín: en el tercer curso, donde se impartían los fundamentos gramaticales de esa lengua, y en el cuarto curso, con la traducción de fragmentos de los Comentarios de la Guerra de las Galias, escritos por Cayo Julio César. Desde aquel momento recuerdo la épica que narra en sus Comentarios… e incluso recuerdo las palabras con las que César inicia su relato:

«La Galia está dividida en tres partes, de las cuales, en una habitan los belgas, en otra, los aquitanos, y en la tercera los que en su lengua se llaman celtas y en la nuestra galos…».

Todas estas experiencias vividas vuelven a pasar por mi corazón, a ser recordadas al leer el libro de Laurent Olivier (Francia, 1958) titulado César contra Vercingétorix, ensayo que describe lo ocurrido en la Galia entre los años 58 a.C., y 51 a.C., durante el enfrentamiento entre romanos y galos, liderados por los protagonistas que dan título al libro y cuyo final es de sobra conocido. Considero que es mejor que el lector descubra y disfrute de la grandiosidad de la crónica militar, y por ese motivo prefiero centrarme en otros aspectos menos conocidos y que analiza el autor a lo largo de su ensayo. Afirma Laurent Olivier:

“Con la dominación romana, la Galia, además de perder su independencia, pierde mil años de civilización celta. El mundo galo perderá sus líderes espirituales, su religión y finalmente su lengua, convirtiéndose en romana y dejando atrás su antiguo legado bárbaro. A César se le debe el invento de Francia, ya que, sin saberlo, la conquista de la Galia dejó una huella mucho más profunda de lo que cabría pensar”.

A lo largo del libro, Olivier plantea una serie de cuestiones derivadas del enfrentamiento de César y Vercingétorix, preguntándose ¿cómo la Galia, país rico y poderoso, pudo colapsar?, ¿qué sucedió y cuáles son las causas que provocaron tal desastre?, y ¿cuál era el papel de los responsables del país, Vercingétorix en particular, que finalmente llevaron a la Galia a la derrota? Todos estos interrogantes tienen cumplida respuesta a lo largo del libro y será el lector quien juzgue lo que va planteando Laurent Olivier. Es preciso no olvidar que no se debe examinar la historia con la mentalidad del observador: debe abstraerse y ver los acontecimientos con la mentalidad imperante en el tiempo en que se desarrollan. Es la única manera de no errar en las apreciaciones, cuestión harto difícil.


Hay una cuestión primigenia y que no ofrece dudas: César es el incuestionable vencedor y dominador de la Galia. No solo gana en el campo de batalla, también gana en el relato, ya que a lo largo de casi siete años se dedica a dictar, con todo lujo de detalles, sus impresiones sobre lo que va ocurriendo. A la vista de muchos de los razonamientos que se exponen, no haría falta recordar que son los vencedores quienes escriben la historia. Comentarios a la Guerra de las Galias es su versión personal, está escrita para engrandecer su persona y magnificar sus conquistas, no pudiendo ser puesta en duda, ya que es la única crónica que se conserva y que fue realizada en el lugar de los hechos y en el momento que se van produciendo. César escribió Comentarios… como una obra propagandística, destinada a justificar ante el Senado de Roma sus decisiones. Indudablemente, una gran victoria exige un gran rival y César se ocupa de ponderar al líder galo. Las únicas dudas con respecto a la narración de César son ¿cuánto exagera sus victorias? y ¿cuánto disimula sus fracasos y errores? Sus actos, magnificados por la forma en que los relata, han ayudado en gran medida a situar a Cayo Julio César en el pódium de la gloria de los grandes militares de todos los tiempos.

Uno de los objetivos de Laurent Olivier es intentar, con los exiguos y limitados medios de que dispone, restituir el buen nombre de Vercingétorix. El caudillo galo solo tuvo un cronista que hablase de él y de sus actos, y ese fue su enemigo, César. Olivier se plantea una tarea casi imposible: averiguar y reconstruir la personalidad del caudillo galo a través de lo que cuenta Julio César en sus Comentarios…


César se planteó la conquista de las Galias como la única alternativa posible a su ruina económica. Solo tiene una manera de evitar que sus acreedores le reclamen sus deudas y es encontrarse, en misión oficial del Senado, fuera de Roma. Al ser nombrado gobernador de la Galia Cisalpina e Ilírico, consigue inviolabilidad y tiempo para hacerse con un botín suficiente para pagar sus deudas de millones de sestercios. Con la conquista de la Galia pudo salir de la ruina económica y conseguir la gloria que desde que inició su cursus honorum persiguió. Sus éxitos provocaron un sinnúmero de envidias que llegaron a costarle la vida, y que algunos historiadores, con un espíritu revanchista, tejiesen una leyenda negra, en los cuatro siglos posteriores a su asesinato, que en ningún momento pudo empañar la grandeza de sus logros y victorias.

De Vercingétorix, hasta el siglo XIX, únicamente se tenían noticias a través de los Comentarios de César. En 1852, en una finca de Puy de Dôme, se desentierra una olla de terracota con cientos de monedas con el nombre y la imagen grabada del caudillo galo. Diecinueve siglos después, es la moneda de Vercingétorix la que confirma que César, en su relato, no se inventó a su enemigo.

Del análisis de lo narrado en los Comentarios a la Guerra de las Galias se desprende que el valor y arrojo galo no tiene parangón, pero no es suficiente para vencer al ejército romano dirigido por su general más competente, por lo que la campaña militar no puede tener otro resultado que el conocido.

La obra de Cayo Julio César tiene el reconocimiento público de ser uno de los grandes escritos de la literatura de la Roma clásica por su estructura narrativa, ya que al narrar los hechos en tercera persona disocia al narrador del autor, dando una idea de imparcialidad.

En el profundo ensayo que acomete Laurent Olivier, con objeto de descubrir y describir al líder galo, recorre el amplio espectro arqueológico, para intentar recomponer, con los pocos pedazos de que dispone, una aproximación a Vercingétorix. No solo busca en la crónica del propio César; también analiza los escritos de los historiadores romanos que afirman que Julio César miente, con objeto de convertirse en leyenda gracias a su propio relato. Se fundamenta en las excavaciones arqueológicas que impulsa, en el siglo XIX, el emperador Napoleón III. En este siglo las opiniones sobre Vercingétorix son contradictorias. Se le empieza considerando un arquetipo de héroe mártir, que da su vida por salvar la patria gala. Plutarco tiene razón —casi doscientos años después de los hechos—, ya que su rendición ante Julio César es grandiosa, estando a la altura de la resistencia gala. Más adelante, se crea la corriente que quiere destruir el entusiasmo de sus seguidores, que le consideran un héroe. Se empiezan a poner en tela de juicio su capacidad de liderazgo, le cuestionan como estratega, porque consideran que se equivoca en su planteamiento de guerra de guerrillas y política de tierra quemada, y le responsabilizan de la derrota.

A lo largo de la obra solo disponemos de las certezas contadas por César, frente a las interpretaciones de otros autores que quieren saber qué sucedió, pero no tienen medios para saber qué es verdad y qué no lo es. Dice Laurent Olivier:

“A los ojos de los eruditos, Comentarios de las guerras de las Galias es un documento valioso que atestigua los orígenes remotos y gloriosos del mundo actual, así como de la increíble grandeza de las figuras de la historia romana. En la herencia de la tradición romana, la historia proporciona modelos de vida; los grandes hombres de la Antigüedad, como César en particular, siguen siendo una fuente de inspiración para el presente. La historia enseña lecciones a la gente de hoy; es tanto una guía como un maestro”.

Parte del objetivo del ensayo pasa por reivindicar la reinvención del caudillo galo como patriota, luchador por la libertad, héroe del pueblo y de la guerra de las Galias, que termina siendo mártir. Incluso se llega a un revisionismo histórico buscando el paralelismo de la guerra del siglo I a.C. con las guerras franco prusianas de finales del siglo XIX y principios del XX. No hay que perder de vista lo afirmado por Plutarco de que la Galia, que derrota Julio César, está compuesta por cerca de trescientas tribus, que habitan el espacio entre los mares, el río Rin e Hispania, y que gracias a Vercingétorix logra la unidad de todos por poco tiempo, frente al peligro de la conquista romana. Cuando llega la derrota, se pierde ese mínimo momento de unión de la Patria Gala, y cada tribu busca su supervivencia.

Retomando lo que decía al principio, corresponde al lector juzgar todo lo expuesto, observando con detenimiento las figuras de César y Vercingétorix, encerradas, por el autor, en esa figura de cristal poliédrico que permite examinarlos desde todas las posiciones y obtener sus propias conclusiones, enfrentando lo que cuenta César en sus Comentarios a la guerra de las Galias a las diversas hipótesis planteadas acerca del caudillo galo, al que nadie, en el siglo I a.C. y posteriores, se ocupó de describir, permaneciendo en la galería de los vencidos hasta que unas monedas con su efigie lo rescataron del olvido.



Fuente:  https://www.zendalibros.com/la-guerra-de-las-galias/

viernes, 25 de junio de 2021

LA DIOSA JUNO SE REENCUENTRA

 

La diosa Juno se reencuentra en el Museo Arqueológico




Cuando la ciudad romana de Regina quedo reducida a escombros, la diosa Juno, una de las deidades de la triada capitolina, quedó partida en dos. 1.300 años después, el Museo Arqueológico de Badajoz ha obrado el milagro de volver a reunir en una pieza una escultura excepcional de la Roma clásica. Para su reencuentro le han buscado el lugar más prominente del museo: lo primero que ve el visitante cuando accede al patio. De frente, emerge Juno sentada, con una túnica abotonada en los brazos y ceñida al pecho con una cuerda. Difícil apartar la vista de una pieza que, desde ayer, se puede ver en Badajoz.

La historia que guarda esta escultura es asombrosa y arranca en 1987 cuando el Ministerio de Cultura le compra a una anticuario una pieza de mármol, en la que por la cara frontal tiene talladas unas piernas cubiertas con una túnica y por la parte trasera había sido reutilizada para hacer un escudo familiar. La vestimenta despejaba cualquier duda de que fuera de época romana.

El anticuario había adquirido la pieza en Llerena. Por fuentes orales, se cree que el escudo estuvo incrustado en la fachada del convento de San Buenaventura, que fue costeado por Sancho de la Paz, el contador mayor de Carlos V, y a cuya familia pertenece el escudo tallado en la piernas, de la que entonces ni siquiera se sospechaba que pudieran ser de la diosa Juno.

Las piernas las compró el Ministerio de Cultura a un anticuario en 1997 y el museo las ha tenido expuestas durante 32 años

El convento estaba en ruinas desde el siglo XIX y muy probablemente el escudo fue espoliado. Cuando el Ministerio de Cultura lo compró, lo envió al Museo Arqueológico de Badajoz, que en 1989 lo incorporó a su exposición permanente. En la sala de Roma ha permanecido expuesta la pieza desde entonces.

La segunda parte de esta historia sucede en 2010 en Casas de Reina. Durante los trabajos de excavación en el foro de la antigua ciudad romana de Regina, los arqueólogos encontraron el torso de la diosa Juno a poca distancia del templo que se cree que estaba dedicado a ella. La pieza ingresó en el almacén del Museo Arqueológico para su limpieza y estudio.




Talladas con el mismo cincel

Andrés Silva, arqueólogo del museo, fue quien descubrió que ambas piezas formaban parte de la misma escultura. ¿Cómo llegó a esta conclusión? En primer lugar –cuenta–, hay muy pocas esculturas sedentes de la época romana y la talla de ambas piezas era de una figura sentada. Las proporciones de ambas, además, coincidían con el canon estético clásico.

En segundo lugar, la distancia entre Llerena y Casas de Reina (el municipio de la antigua Regina) es de apenas 7 kilómetros y la ciudad romana abandonada sirvió de cantera a todos los pueblos de la zona. No era descabellado pensar que la pieza hallada en Llerena proviniese originalmente de Regina.

El tercer dato que sirvió para arrojar luz fue la constatación de que las dos piezas estaban hechas con mármol de la cantera portuguesa de Borba-Estremoz, que es la que ha surtido históricamente a todo el cuadrante suroccidental de la península. Aunque la veta, puntualiza Silva, no es la misma, el grano del mármol revela que salieron de la misma cantera.

El indicio más determinante fue descubrir que las herramientas que se habían empleado para tallar las dos piezas fueron las mismas. «Al tallar la túnica, el escultor hace con el cincel unas estrías en el mármol que en las dos piezas tienen seis, cuatro y dos milímetros de profundidad».

Con estas evidencias, el Museo Arqueológico confirma que las piernas que ha tenido expuestas durante 32 años pertenecen a la diosa Juno. «Es habitual encontrarte las piezas separadas pero dentro del mismo contexto arqueológico, pero en este caso un escudo colocado en el siglo XVI en la fachada de un convento de Llerena forma parte de una escultura romana, que aparece a siete kilómetros», destaca el arqueólogo. «No se sabe desde cuándo están separadas las piezas, pero probablemente desde que se destruyeron los templos, en torno al siglo IV después de Cristo», añade.


Lo fascinante del hallazgo, unido al valor de la pieza, ha hecho que el Museo Arqueológico anticipe la renovación de la colección que tenía programada para mostrar al público la escultura completa de Juno. «Llevamos mucho tiempo queriendo colocarla, valía la pena juntar las dos piezas», reconocía ayer el director del museo Guillermo Kurtz, quien estuvo acompañado por la consejera de Cultura, Nuria Flores.

La 'niña' de Medellín

Para cubrir el hueco que han dejado las piernas de Juno en la sala de Roma, el Arqueológico ha rescatado de su almacén la escultura a la que han apodado 'la niña' de Medellín. En realidad, la figura, también en mármol, representa a una mujer joven romana y fue hallada en 2008 durante los trabajos de excavación del teatro romano de Medellín. La escultura formaba parte del programa decorativo del teatro y desde ayer puede contemplarse en Badajoz.


Fuente: https://www.hoy.es/badajoz

martes, 22 de junio de 2021

SIETE CABALLOS REVELADORES

 

Los 7 caballos que revelan un excepcional santuario en la gran ciudad iberorromana de Córdoba

Los arqueólogos hallan en Torreparedones siete exvotos zoomorfos con figuras de équido, ofrendas depositadas por los fieles en un lugar de culto, que relacionan con la presencia de un segundo santuario.


Él se llamaba Relato y su esposa, de nombre desconocido, tenía 40 años y era oriunda de la colonia vecina de Asido Caesarina (Medina Sidonia, Cádiz). El matrimonio, probablemente personajes humildes de estatus libertino, falleció en la ciudad iberorromana de Torreparedones (Baena, Córdoba) en algún momento de comienzos de la nueva era. Ambos fueron enterrados en la necrópolis oriental del yacimiento, fuera de la muralla, y en su memoria se talló una pequeña inscripción funeraria de medio metro de alto sobre una estela de piedra caliza.

Esa lápida fue hallada en 2011 por el equipo de arqueólogos que lleva varias décadas investigando el singular sitio, un poblado fortificado íbero que en época romana, entre los siglos I a.C. y II d.C., la de mayor esplendor, alcanzó el estatus de municipio. Con varias termas, un anfiteatro o un foro espectacular, Torreparedones ha sido bautizado como la "Pompeya cordobesa". Unas recientes excavaciones en el espacio donde se identificó el epígrafe funerario no han podido identificar restos humanos, los cuerpos de Relato y su mujer, pero por el contrario han arrojado una sorpresa mucho mayor.

Se trata del hallazgo, en un contexto que ha podido fecharse en el siglo I d.C., de un conjunto de exvotos zoomorfos que representan figuras de caballos y están tallados en piedra caliza local. Según explica José Antonio Morena López, director del Parque Arqueológico de Torreparedones y uno de los directores de las investigaciones, estas piezas rituales deben relacionarse con la presencia de un santuario dedicado a una divinidad protectora del équido, muy importante para la aristocracia íbera como elemento de prestigio.

Detalle de uno de los exvotos con figura de caballo hallados en Torreparedones.

Detalle de uno de los exvotos con figura de caballo hallados en Torreparedones. José Antonio Morena

"Lo que resulta realmente excepcional es que es la primera vez que se reconocen en una misma ciudad dos santuarios diferentes que están separados 600 metros y que además pudieron estar en uso al mismo tiempo", valora el arqueólogo en referencia al otro templo, también extramuros y en la parte meridional del yacimiento, dedicado a la Dea Salus, diosa de la fertilidad y la salud, que estuvo en uso desde el siglo III a.C. hasta el II d.C.

Morena detalla que el significado de los exvotos de caballos —son siete en total, de los cuales tres están completos y cuatro fragmentados— es similar al de los exvotos antropomorfos: "Es decir, serían presentes o regalos depositados por los fieles en un lugar de culto tras haber recibido alguna petición previa a una divinidad protectora de estos animales". En el otro santuario se han localizado ofrendas que se corresponden con mujeres embarazadas implorando "un parto sin problemas".

Tumbas romanas

Las excavaciones por vía de urgencia en las que se ha documentado la probable presencia de este segundo templo se realizaron en septiembre del año pasado, después de descubrirse unas remociones de terreno clandestinas en la zona de la necrópolis romana situada junto al centro de recepción de visitantes. Los resultados se han dado a conocer públicamente hace unos días y el estudio exhaustivo de los exvotos saldrá publicado en breve en una revista especializada.

Además de las siete ofrendas, que no fueron encontradas in situ, sino removidas —los expertos sugieren que el edificio donde se realizarían las ceremonias y actividades religiosas debe situarse más al norte, en la cima del cerro, por lo que estas piezas rodaron en algún momento por la ladera—, se han identificado varias tumbas interesantes. Por el momento no ha aparecido ninguna estructura muraria que pueda interpretarse como perteneciente al santuario, tan solo un pavimento de arenisca.

Vista aérea de las termas de la Salud.

Vista aérea de las termas de la Salud. Parque Arqueológico Torreparedones

Las sepulturas halladas consisten en un primer enterramiento individual en una urna de piedra caliza colocada dentro de un gran sillar de calcarenita, que a modo de ajuar contaba con un cuenco de cerámica común, una urna también de cerámica con decoración pintada de tradición ibérica y un ungüentario-anforisco de vidrio. Todos estos elementos han permitido datar la inhumación en la primera mitad del siglo I d.C.

La otra es una tumba colectiva, de tipo familiar y semihipogea, es decir, subterránea, que estaba parcialmente destruida y fue saqueada ya en época antigua, aunque también presentaba alteraciones más recientes. De su interior tan solo se han podido recoger restos muy fragmentados de las urnas de piedra y un cuenco-tapadera de otra urna de cerámica.

"Se trata de un enterramiento muy interesante desde el punto de su tipología, pues es el tercer caso que se documenta en Torreparedones, y podría decirse que exclusivo de este yacimiento", explica José Antonio Morena. "Está construida con fábrica de opus quadratum y su singularidad viene marcada por la presencia de una repisa de piedra moldurada que recorre la cámara funeraria y sobre la que estarían colocadas las urnas y los ajuares. Debió pertenecer a una familia de alto poder adquisitivo". Quién sabe si conocidos de Relato y su mujer.


Fuente:   https://www.elespanol.com/


sábado, 19 de junio de 2021

ÁNFORAS Y MUERTOS

                    Encuentran en Córcega

ánforas romanas usadas como sarcófagos


El arqueólogo francés Jean Jacques Grizeaud y su equipo han estado excavando desde 2019 una necrópolis tardorromana en la comuna de Île Rousse, allí han hallado una cuarentena de cuerpos, la mayoría enterrados dentro de ánforas africanas datadas entre los siglos III y VI d.C.


Las tumbas se encontraron en un solar al lado de la Iglesia de la Inmaculada Concepción en Île Rousse (Córcega).



En 2019 se planificaron unas obras en la Plaza Paoli de Île Rousse, y como era pertinente los arqueólogos acudieron a lugar para asegurarse de proteger qualquier resto histórico que se pudiera encontrar debajo. Si bien los investigadores esperaban encontrar alguna estructura (pues la zona ya había sido excavada durante el siglo XVIII), se sorprendieron al hallar un par de tumbas antiguas hechas con ánforas.

LA CAMPAÑA ARQUEOLÓGICA

Tras esta primera intervención, el gobierno francés decidió suspender el permiso de obras y organizar una excavación para recuperar los restos humanos de la nueva necrópolis. El INRAP (Institut National de Recherches Archéologiques Préventives) encargó los trabajos a Jean Jacques Grizeaud, quien ha sacado a la luz numerosas inhumaciones tanto de niños como de adultos repartidos por todo el yacimiento.


INVESTIGADORES DEL INRAP EXCAVAN UNA DE LAS TUMBAS REFORZADAS CON TEJAS.



Las tumbas están formadas mediante la unión de una parte superior de ánfora con otra inferior, que han sido recortadas de manera que encajen entre ellas y creen un espacio lo suficientemente grande para albergar al muerto. Este tipo de entierros eran habituales en el mundo romano, sobre todo en el caso de los niños por su reducido tamaño. La demanda de sepulcros aumentó a partir del siglo II debido a la creciente popularidad de las inhumaciones, y reutilizar ánforas se convirtió para muchos una manera económica de conseguir un entierro digno.

Aunque la mayoría de las tumbas están hechas del mismo modo, algunas presentan ciertas particularidades, como estar compuestas de dos partes superiores o cortadas por encima y cubiertas con tejas a modo de tapa. Estas se usaron asimismo como caja funeraria o refuerzo, y se podrían haber saqueado de alguna casa en ruinas según Grizeaud.


ALGUNOS CUERPOS SE INHUMARON EN ESPACIOS DELIMITADOS POR TEJAS COMO EL QUE SE PUEDE VER SOBRE LA ARQUEÓLOGA, A LA IZQUIERDA.



ENVASES REUTILIZABLES

Los arqueólogos han identificado las ánforas como de producción africana, importadas desde Cartago junto con el vino, aceite o salazones que se consumían en la isla. Al no hallarse ningún tipo de ajuar en las tumbas, su datación se determinó en base a los recipientes, que se sabe que fueron producidos desde finales del siglo III hasta bien entrado el VI.


En el mundo romano lo más habitual era que las ánforas hicieran solo el viaje de ida, pues los mercaderes volvían a su punto de origen con otros productos que vendían para adquirir nuevas exportaciones y repetir el proceso. De este modo se producía un excedente de cerámica en el puerto de destino, que era reutilizado para almacenar otras cosas, como relleno arquitectónico, superficie de escritura o, en el caso que nos ocupa, a modo de tumba improvisada.


AUNQUE LA MAYORÍA DE CUERPOS PERTENECE A NIÑOS TAMBIÉN SE HAN ENCONTRADO ALGUNOS ADULTOS COMO EL DE LA IMAGEN.



Estas necrópolis del Bajo Imperio normalmente se emplazaban al lado de una iglesia que solía contener reliquias de algún santo o mártir. Sin embargo esta no se ha encontrado durante las excavaciones, bien por hallarse bajo el actual templo de la Concepción, bien por estar oculta en alguna área todavía por explorar.

Así pues este descubrimiento es un importante hallazgo no solo en el plano arqueológico, sino que a la vez nos permite comprender mejor las dinámicas económicas romanas, sus redes comerciales y el reciclaje de los materiales sobrantes.


LA ALTA MORTALIDAD INFANTIL EN ÉPOCA ROMANA ASEGURABA QUE ABUNDARAN LOS ENTIERROS DE NIÑOS.





martes, 15 de junio de 2021

MINA DE VILLACAMPA (NOBLEJAS) Y MINERIA LAPIDEA













Os dejo un enlace de otro vídeo sobre la minería lapídea del mármol y las minas de Lapis especularis de Arboleas; ya que a causa de su tamaño me ha sido imposible subirlo.




 

domingo, 13 de junio de 2021

CAÑOS DE MECA

 HISPANIA ROMANA

Los  últimos hallazgos arqueológicos de los caños de meca, en Cádiz



La última campaña arqueológica llevada a cabo por la Universidad de Cádiz en este yacimiento andaluz ha sacado a la luz unas magníficas y bien conservadas termas romanas, además de vestigios de otras épocas.





En Los Caños de Meca, cerca de la localidad gaditana de Barbate, un grupo de investigadores del grupo HUM-440 del Laboratorio de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de Cádiz (Labap) inició unas intervenciones arqueológicas hace dos campañas. Desde 1977 se tenía constancia de la existencia de un yacimiento histórico en el lugar, cuando el arqueólogo Fernando Amores Carredano descubrió unas estructuras que se cubrieron de inmediato. Unos años después, a principios de la década de 1990, un temporal volvió a descubrir los restos, que fueron de nuevo tapados. Sin embargo, el valor arqueológico del lugar era innegable y los investigadores han investigado diversos aspectos del yacimiento en los últimos años.

GRAN COMPLEJO BALNEARIO

El pasado mes de mayo, los trabajos arqueológicos realizados en la playa de Marisucia de Los Caños de Meca, junto al faro de Trafalgar, por parte de la Universidad de Cádiz (en el contexto del proyecto Arqueostra cuyo objetivo es estudiar los orígenes de la ostricultura en Andalucía), han sacado a la luz unas termas romanas que conservan paramentos de varios metros de altura (hasta cuatro), una tumba monumental intacta de la Edad del Bronce y unas piletas de salazones de época romana completas. "​Buena parte de las dunas que hay en esta zona de la playa de Caños de Meca están ahí porque debajo hay restos romanos. Habíamos venido aquí a investigar la acuicultura romana, pero lo que nos hemos encontrado en el Cabo Trafalgar y Los Caños de Meca son restos de todas las épocas", ha explicado Darío Bernal Casasola, catedrático del departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la UCA y codirector de las investigaciones en Los Caños.

Según Bernal, las termas exhumadas, que datan del siglo I y están en excelente estado de conservación, son un "complejo termal rural que disponía de un circuito de aire caliente alimentado por un horno que emanaba a través de cámaras en suelo y en las paredes" y sirvieron para "dar un servicio de higiene, y de ocio, a los trabajadores de las almadrabas, de las fábricas de salazones y de acuicultura de la zona". Según los investigadores, la presencia de este gran complejo termal (del que se han conservado hasta los dinteles de la puerta y varias ventanas) en la zona sugiere la existencia de más edificios a su alrededor. A quinientos metros de este hallazgo aparecieron unas estructuras de viveros y piletas que formaron parte de una gran villa marítima romana (donde en anteriores campañas se habían descubierto un capitel corintio y restos de pinturas murales). "En sus residencias de recreo, los romanos solían tener viveros. Era un elemento de ostentación", explica Bernal.




UNA TUMBA DE LA EDAD DEL BRONCE

El último hallazgo en la zona fue una tumba megalítica de principios de la Edad del Bronce, datada en unos cuatro mil años. "Es la primera vez en Barbate y en la comarca que se documentan sepulturas de estas características, que son muy similares a la necrópolis de Los Algarbes de Tarifa", ha destacado Bernal. El interior tenía un corredor que llevaba a una cámara funeraria de tres metros de diámetro donde se hallaron los restos de seis mujeres y una niña, que van a ser sometidos a análisis isotópicos en un laboratorio de Florida para aclarar su procedencia y las posibles relaciones de parentesco que puedan presentar. En la tumba también se descubrieron algunos elementos de ajuar funerario como adornos personales de oro y níquel. La necrópolis donde se halló la sepultura fue exhumada tras una cata en la que participaron estudiantes del máster de Patrimonio de la UCA. Por su parte, algunos investigadores como Eduardo Vijande, profesor titular del departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la UCA, creen que en este lugar podría hallarse una necrópolis de grandes dimensiones. "Estamos en un enclave único, por lo que quizás esta zona se estableció como tributo para sus seres queridos", comenta el investigador.




La Universidad de Cádiz tiene previsto emprender unas nuevas excavaciones en el yacimiento en otoño. Mientras tanto, los descubrimientos han sido cubiertos de manera preventiva "con arena y geotextil de cara a su protección inmediata ante la inminente llegada del turismo a la zona y de los agentes meteorológicos", ha declarado Patricia del Pozo, consejera de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, que pretende además iniciar los trámites necesarios para declarar el lugar Bien de Interés Cultural, y posteriormente proceder a su musealización.

La puesta en valor del yacimiento, que aportará a los investigadores información determinante sobre las costumbres de los habitantes de la costa gaditana en época romana, permitirá además "plantear un circuito que potencie el incuestionable valor patrimonial de una zona con un gran valor medioambiental y enormemente atractiva para las civilizaciones, con una historia brutal que constituye un enorme paseo por la naturaleza y por el tiempo", concluye Del Pozo.


Tumba megalítica



Piletas para salazón


Fuente:  https://historia.nationalgeographic.com.es/

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...