Los últimos hallazgos arqueológicos de los caños de meca, en Cádiz
La última campaña arqueológica llevada a cabo por la Universidad de Cádiz en este yacimiento andaluz ha sacado a la luz unas magníficas y bien conservadas termas romanas, además de vestigios de otras épocas.
GRAN COMPLEJO BALNEARIO
El pasado mes de mayo, los trabajos arqueológicos realizados en la playa de Marisucia de Los Caños de Meca, junto al faro de Trafalgar, por parte de la Universidad de Cádiz (en el contexto del proyecto Arqueostra cuyo objetivo es estudiar los orígenes de la ostricultura en Andalucía), han sacado a la luz unas termas romanas que conservan paramentos de varios metros de altura (hasta cuatro), una tumba monumental intacta de la Edad del Bronce y unas piletas de salazones de época romana completas. "Buena parte de las dunas que hay en esta zona de la playa de Caños de Meca están ahí porque debajo hay restos romanos. Habíamos venido aquí a investigar la acuicultura romana, pero lo que nos hemos encontrado en el Cabo Trafalgar y Los Caños de Meca son restos de todas las épocas", ha explicado Darío Bernal Casasola, catedrático del departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la UCA y codirector de las investigaciones en Los Caños.
Según Bernal, las termas exhumadas, que datan del siglo I y están en excelente estado de conservación, son un "complejo termal rural que disponía de un circuito de aire caliente alimentado por un horno que emanaba a través de cámaras en suelo y en las paredes" y sirvieron para "dar un servicio de higiene, y de ocio, a los trabajadores de las almadrabas, de las fábricas de salazones y de acuicultura de la zona". Según los investigadores, la presencia de este gran complejo termal (del que se han conservado hasta los dinteles de la puerta y varias ventanas) en la zona sugiere la existencia de más edificios a su alrededor. A quinientos metros de este hallazgo aparecieron unas estructuras de viveros y piletas que formaron parte de una gran villa marítima romana (donde en anteriores campañas se habían descubierto un capitel corintio y restos de pinturas murales). "En sus residencias de recreo, los romanos solían tener viveros. Era un elemento de ostentación", explica Bernal.
UNA TUMBA DE LA EDAD DEL BRONCE
El último hallazgo en la zona fue una tumba megalítica de principios de la Edad del Bronce, datada en unos cuatro mil años. "Es la primera vez en Barbate y en la comarca que se documentan sepulturas de estas características, que son muy similares a la necrópolis de Los Algarbes de Tarifa", ha destacado Bernal. El interior tenía un corredor que llevaba a una cámara funeraria de tres metros de diámetro donde se hallaron los restos de seis mujeres y una niña, que van a ser sometidos a análisis isotópicos en un laboratorio de Florida para aclarar su procedencia y las posibles relaciones de parentesco que puedan presentar. En la tumba también se descubrieron algunos elementos de ajuar funerario como adornos personales de oro y níquel. La necrópolis donde se halló la sepultura fue exhumada tras una cata en la que participaron estudiantes del máster de Patrimonio de la UCA. Por su parte, algunos investigadores como Eduardo Vijande, profesor titular del departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la UCA, creen que en este lugar podría hallarse una necrópolis de grandes dimensiones. "Estamos en un enclave único, por lo que quizás esta zona se estableció como tributo para sus seres queridos", comenta el investigador.
La Universidad de Cádiz tiene previsto emprender unas nuevas excavaciones en el yacimiento en otoño. Mientras tanto, los descubrimientos han sido cubiertos de manera preventiva "con arena y geotextil de cara a su protección inmediata ante la inminente llegada del turismo a la zona y de los agentes meteorológicos", ha declarado Patricia del Pozo, consejera de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, que pretende además iniciar los trámites necesarios para declarar el lugar Bien de Interés Cultural, y posteriormente proceder a su musealización.
La puesta en valor del yacimiento, que aportará a los investigadores información determinante sobre las costumbres de los habitantes de la costa gaditana en época romana, permitirá además "plantear un circuito que potencie el incuestionable valor patrimonial de una zona con un gran valor medioambiental y enormemente atractiva para las civilizaciones, con una historia brutal que constituye un enorme paseo por la naturaleza y por el tiempo", concluye Del Pozo.
Tumba megalítica |
Piletas para salazón |
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