Descubren la gran piscina del frigidarium de la Legio VI Victrix
La primera evidencia
Morillo Cerdán, catedrático de arqueología de la Complutense, ha hallado la primera evidencia de las termas de la Legio VI, en concreto la gran piscina del frigidarium (sala fría), primera etapa del circuito propio de los ‘spas’ romanos. El análisis arqueoarquitectónico ha permitido conocer la secuencia constructiva completa del mismo, sin duda vinculado a las termas legionarias que se extendían bajo la gran manzana que después ocuparía la Catedral. Este espacio estuvo ocupado en un primer momento por la gran piscina de un frigidarium, construida en opus caementicium y pavimentada en opus spicatum, inscrita en una gran estancia rectangular que se pierde bajo la Catedral. Algunos argumentos permiten proponer su antecedencia a la construcción de la gran puerta monumental, por lo que debería corresponder al campamento julioclaudio ocupado por la Legio VI Victrix entre 15 y 68 d. C.
En una fase posterior, la piscina fue amortizada y reutilizada, conformando la infraestructura de unas letrinas cuadrangulares, pavimentadas con losas de piedra y dotadas de una antecámara con un posible labrum y un zócalo con placas marmóreas importadas de Estremoz (Portugal). Aunque se han perdido por completo los asientos, es posible determinar que presentaban bancos corridos en dos o tres de sus lados, posiblemente de madera. Esta transformación debió tener lugar en el momento en que se construye la porta principalis sinistra, obra monumental erigida durante el último tercio del s. I d. C. La estancia destinada a las letrinas de las termas permaneció en uso hasta la segunda o tercera décadas del s III d. C. En ese momento el espacio sufre una nueva adaptación en la que se emplea abundante ladrillo reutilizado, que amortiza completamente las letrinas. De hecho, durante las catas aparecieron monedas depositadas en el fondo del canal de desagüe de las letrinas, que marcan la historia de este edificio desde época flavia hasta mediados del Siglo III, época en la que desaparecen esta infraestructura sanitaria. El posicionamiento topográfico de los restos constructivos permite avanzar interesantes datos de cara a la reconstrucción del urbanismo y los cambios en la topografía de este sector del campamento romano de las legiones VI Victrix y VII Gemina.
La ciudad creció un metro
De hecho, Ángel Morillo destaca que hay zonas exteriores al campamento que se alzaron alrededor de seis metros en menos de un siglo, mientras en su interior el nivel de paso subió un metro, extremos que dan una idea de lo que supuso la transformación de León entre la época augustea y la llegada de la Legio VII en tiempos del el emperador Galba.
Fuente: https://www.diariodeleon.es/
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