El viaje a la Alcarria de Hunosa
La empresa recupera para el uso turístico la antigua mina de yeso que los romanos explotaron en Cuenca, que busca ser Patrimonio de la Humanidad
La diversificación de actividades en Hunosa puede ser muy amplia. Desde el desarrollo de nuevas energías hasta la recuperación de escombreras. Y entre todas esas nuevas líneas de negocio, la hullera, a través de Sadim Ingeniería, se está haciendo fuerte en una: la recuperación de antiguos yacimientos mineros para uso turístico. Tanto es así, que una de las minas de yeso recuperadas por la empresa asturiana en la Alcarria, (Cuenca), está a un paso de ser declarada como Bien de Interés Cultural y de tratar de lograr un reconocimiento mayor: la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Ante el gran éxito que ha tenido la recuperación de estas minas, y la alta afluencia de visitantes, el Centro de Desarrollo Rural Ceder-Alcarria busca, junto a los otros grupo de acción local -algo así como el Leader asturiano-, desarrollar una iniciativa para conseguir la protección legal y de conservación de las minas romanas de Lapis Specularis (espejuelo, un tipo especial de yeso). En un primer paso, solicitarán su catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC) por parte de la Junta de Castilla-La Mancha, algo que ya parece hecho. Una vez que se cumpla ese objetivo, el segundo paso será solicitar su inclusión en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, junto con las de Almería -donde también actuó Hunosa- e Italia.
El arqueólogo Juan Carlos Guisado fue el encargado de dar a conocer este planteamiento, y lo hizo durante la presentación de la segunda actuación realizada en la mina "Pozolacueva" de Torralba. Una actuación que en palabras de Benjamín Prieto, presidente de la Diputación de Cuenca, llevó "muchos meses y numerosas dificultades técnicas". Esos problemas los detalló el ingeniero de Sadim responsable del proyecto, José Iván Fanjul, que evidenció el reto que supuso "abrir un acceso horizontal para que pueda ser visitable por todo el mundo".
En esta restauración, el grupo de acción local conquense invirtió 120.000 euros, que se suman a los más de 100.000 de la primera fase de obras que permitió la adecuación de un acceso vertical de unos 20 metros de profundidad. Para Prieto, esta nueva fase supone el "comienzo de la aventura", que no es otra que la de dar a conocer la importancia de una mina que está "por descubrir".
Por su parte, el arqueólogo Juan Carlos Guisado, los últimos trabajos desarrollados por Sadim Ingeniería, se ha instalado una "una galería artificial metálica de 50 metros del siglo XXI, que atraviesa la roca del cerro de 'La Dehesa', y que permitirá a los visitantes pasar, como si de un 'túnel del tiempo' se tratara, por una mina de los siglos XX y XIX y dar un salto en el espacio de 2.000 años hasta época romana al acceder a su interior". En ese recorrido, circular, especificó el experto, los turistas podrán ver los cristales de yeso más grandes de la provincia, ya que la explotación del mineral fue menos intensiva que en las minas de Saceda del Río y Torrejoncillo del Rey.
La importancia de esta explotación reside en sus cristales de yeso, ya que algunos de ellos alcanzan hasta los 7 metros, siendo actualmente la mina con mejores piezas del mundo. De hecho, atrae a universidades de todo el planeta, que trabajan con este material extraído de la mina rehabilitada por Hunosa.
Fuente: La Nueva España
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