La extracción y comercialización del lapis specularis o espejuelo, un yeso selenítico especular y especialmente translúcido tuvo una fuerte importancia económica en el mundo romano a lo largo de los siglos I y II de nuestra era debido a su alta valoración por su empleo a modo de cristal para las ventanas de sus edificaciones. Aunque puede encontrarse en otros ámbitos geográficos la mayor calidad del hallado en la llamada Hispania Citerior y, dentro de ella, en el área de influencia de Segóbriga convirtieron a esta zona en un importante centro económico. Dentro del que cabría considerar como un complejo minero del que al menos se podrían constatar otra decena de explotaciones, la situada en la hoy conocida como Cueva de la Mora Encantada en Torrejoncillo del Rey, una localidad cuyo origen quizá fuera precisamente el asentamiento de la población hispanorromana que daba servicio a las minas, es una de las mejor estudiadas y se ha convertido además en un válido recurso turístico para la comarca tras su rehabilitación y su apertura al público.
In memoriam Pedro Morales Cuenca.
En la localidad conquense de Torrejoncillo del Rey, fue descubierta en el año 1955, por D. Pedro Morales, una cavidad revelada en sueños, como un lugar donde encontraría un singular tesoro escondido en un palacio de cristal.
Tres meses de intensos trabajos dieron como resultado el hallazgo de una cavidad subterránea que resultó ser una mina romana de lapis specularis, de la que no quedaba ni el recuerdo.
En la actualidad, gracias a la intervención de la asociación arqueológica: Cien mil pasos alrededor de Segóbriga y la diputación provincial de Cuenca, se ha convertido en lugar de obligada visita tanto por su interés histórico como cultural.
Si deseas saber más sobre esta historia, accede mediante este link
https://moraencantada.blogspot.com/2011/04/historia-de-un-sueno.html
martes, 9 de febrero de 2016
CONFERENCIA Y PRESENTACIÓN DE LIBRO
La extracción y comercialización del lapis specularis o espejuelo, un yeso selenítico especular y especialmente translúcido tuvo una fuerte importancia económica en el mundo romano a lo largo de los siglos I y II de nuestra era debido a su alta valoración por su empleo a modo de cristal para las ventanas de sus edificaciones. Aunque puede encontrarse en otros ámbitos geográficos la mayor calidad del hallado en la llamada Hispania Citerior y, dentro de ella, en el área de influencia de Segóbriga convirtieron a esta zona en un importante centro económico. Dentro del que cabría considerar como un complejo minero del que al menos se podrían constatar otra decena de explotaciones, la situada en la hoy conocida como Cueva de la Mora Encantada en Torrejoncillo del Rey, una localidad cuyo origen quizá fuera precisamente el asentamiento de la población hispanorromana que daba servicio a las minas, es una de las mejor estudiadas y se ha convertido además en un válido recurso turístico para la comarca tras su rehabilitación y su apertura al público.
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