Un
material que muchos conocen pero que prácticamente nadie sabe manejar y
preparar para darle una utilidad real. Los antiguos romanos si supieron
localizar, extraer y preparar este tipo de elemento mineral para aprovechar sus características
en el entorno de lo cotidiano.
"hay
mucho escrito sobre el tema pero realmente no se sabe cómo manejarlo" nos dice Emilio Guadalajara, uno de los integrantes de la asociación -Cien mil pasos alrededor de Segóbriga- Este personaje tan querido por los que le conocen ha estado
en la feria de artesanía de Cuenca todo el fin de semana, sorprendiendo a los
curiosos que se acercaron asombrándoles con la manipulación de este tipo de material.
Es uno de los tantos talleres que se han programado para
la 30 edición de la Feria de los artesanos de la provincia de Cuenca y
Guadalajara.
Emilio
en la actualidad intenta llevar a cabo un proyecto a escala. Se trata de una
réplica de un invernadero para el cultivo de hortalizas en invierno, afición
que se le atribuye al mismísimo emperador Tiberio. Este la desarrolló en su refugio
de la isla de Capri
Trabaja este material interpretando todo lo escrito sobre
el tema, "a su modo de entender", afirma, que a la gente le gusta ver en directo cómo se trabajaba el material por el cual la Cuenca romana
estaba muy bien reconocida gracias a poseer las mayor cantidad de minas, y a la
exportación del yeso cristalino, que fue el impulsor de la creación de ciudades
y fortunas.